Con el paso de los años, nuestra piel va cambiando de
necesidades, no puedes mantenerte usando los mismos productos a los 20 que a
los 35. Y aunque pudiera parecer complicado, la verdad es que solo tienes que
conocer el o los ingredientes para incorporar de acuerdo con la edad que
tengas.
Todos aprendemos a amar el cuidar y hacer lucir bien
nuestra piel, ya sea por alguien en específico o simplemente porque sí. En el
camino vamos conociendo de rutinas, productos, técnicas, porque si, el mundo
del skincare es justo eso un mundo.
Para empezar, es nuestra responsabilidad reconocer que
tipo de piel es la que tenemos, esto será la base de todo. Dependiendo de
nuestra necesidad es que podremos o no usar algo. No lo que una piel normal se
pueda poner, una piel seca lo puede usar por igual.
Luego, cuando estas en la década de los 20, por lo
general es donde más se sufre de acné, poros abiertos, generalmente problemas
hormonales. Luego, a los treinta se asoman lo que son las primeras líneas de
expresión; se va perdiendo colágeno, hasta el cansancio se refleja en mayor proporción.
Entre los cuarenta y cincuenta, las arrugas se hacen cada vez más visibles y la
hidratación se hace más urgente que nunca.
Entonces, ¿Cómo lo hacemos? Es abrumante con toda la exposición
de las marcas que hay en el mercado, con las personas recomendando directamente
en las redes sociales. Bueno, es solo leer, leer y probar.
A los 20:
Los productos con ácido salicílico son excelentes, ya que este ingrediente combate
el tema de las espinillas, puntos negros, para las pieles grasas es ideal
porque ayuda a controlar el sebo. También buscar que sean presentaciones
basadas en agua que aceite.
A los 30: El ácido hialurónico y la vitamina c son los que van a
hacer el trabajo de devolver la luminosidad e hidratación que se empieza a
desvanecer por esta época.
A los 40: Se siguen con los mismo de los treinta, pero agregando
retinoides.
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