Salir de compras es toda una travesía, pero vaya que la disfrutamos, solo que a veces puede ser complicado el cómo hacerlo. Es por eso por lo que en este post te ayudo para que salgas victoriosa.
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En otro artículo te di algunos consejos para cuando vayas de compras, en este te explico que hacer cuando estes en el establecimiento,
y hasta fuera de él.
En cuanto llegues al establecimiento, procura una
persona para que te atienda. Si comienzas a ver por ti solo puede que te
desenfoques y no llegues a ver realmente las opciones.
Quienes trabajan ahí tienen el conocimiento de toda la
mercancía y pueden asesorarte mejor, y así ganas tiempo.
Recuerdo que, en mis días de vendedora, me topaba con
personas buscando piezas en específico, pero no pedían asesoría o no prestaban atención
a lo que pudiera enseñarles, y en muchas ocasiones retornaban al local para medirse
lo que les ofrecía y terminaban llevándoselos.
Etiqueta antes que gusto. Me explico. Si fuiste invitada
a un bautizo, por ejemplo, la regla será, probablemente, ir de color blanco o
crema, con faldas por debajo de la rodilla, no puedes pensar que con un jean y
una blusa estarás bien, porque puede que luego de llegar a la actividad te
sientas fuera de lugar.
Claro, cuando compres para estas ocasiones, buscaras de
acuerdo con el evento, pero te llevaras con la que te sientas más cómoda.
Entonces cuando estes en la tienda, pregunta por
piezas para el tipo de evento al que vas, y entre las opciones que te presenten,
mídetelas todas si puedes, y escoge la que más refleje tu personalidad y
funcione para tu salida.
Dale la oportunidad a la ropa. A veces vemos prendas
que a primera vista no nos llama para nada la atención, la consideramos poco
atractiva, pero es probable que en ellas se encuentren lo que necesitas.
Si puedes, lleva contigo zapatos altos para que te pruebes
la ropa. Esto te ayudara a tener una visión realista del alto de tacón que realmente
requiere la prenda, y te veras más estilizada, lo que te ayudara mejor a elegir
cual te conviene. Es un buen truco.
Lo que parece mentira, pero es realidad, no deseches la
factura. Por más que te sientas satisfactoria con tu compra, aunque valiera 500
pesos, y no te descuadre tu cartera, conserva el recibo.
Cuantos dolores de cabeza, molestias y hasta pánico se
ahorran con esto. Sabes, si eres madre especialmente, que sueles comprar para
otros, regalos y demás, y por x o y razón a la persona, o niño no le gusta, tendrás
que regresar. Aun siendo ese mismo día, o al siguiente, sino tienes la factura
no te van a poder ayudar.
Si tuviste un inconveniente con tu tarjeta, tener tu baucher
y recibo te facilitara todo. Por otro lado, imagínate que la prenda tiene algún
defecto que en tienda no notaste, aún lleves la funda que te dieron (que posea
el logo del establecimiento), y menciones quien te atendió, sin factura no se
logra nada.
Espero que te sirvan estos consejos, y lo puedas poner
en práctica cuando te toque volver a ir a una tienda.
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